El argentino que fue voluntario de la vacuna de Oxford: "La vacuna funciona"

El argentino que fue voluntario de la vacuna de Oxford: "La vacuna funciona"

Nacido en Lomas de Zamora, pero criado en Santiago del Estero, Pablo Andrés Berra es el primer argentino en recibir la vacuna experimental que desarrolló la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, junto con el laboratorio AstraZeneca para combatir el coronavirus y es una de las experiencias más avanzadas en el mundo para terminar con la pandemia. 

Este miércoles por la tarde el presidente Alberto Fernández informó que la vacuna comenzará a fabricarse en Argentina para todo América Latina estará disponible en el primer trimestre del 2021.

"El laboratorio AstraZeneca ha firmado un acuerdo con la Fundación Slim para producir entre 150 y 250 millones de vacunas destinadas a toda Latinoamérica, con excepción de Brasil. Que van a estar disponibles para el primer semestre del año 2021", resaltó el mandatario, además de anticipar para cuándo estarán disponibles.

El voluntario Berra vive en Sudáfrica desde hace 12 años y en ese país es que se sumó como voluntario en el ensayo en humanos que realiza la universidad británica de su vacuna contra la Covid-19.

El argentino comentó que uno de los principales motivos para tomar esa decisión "fue por la cantidad de casos que hay en la gente de Sudáfrica".

Días atrás, Berra relató que se interiorizó sobre los trabajos de los laboratorios y "me enteré de que estaban buscando voluntarios en Brasil, Inglaterra y Sudáfrica; es allí que yo empecé a buscar a los médicos y científicos locales que están involucrados en el proyecto", detalló y agregó que se contactó con una médica de la Universidad de Witwatersrand (Wits) de Sudáfrica, que "está asociada con la de Oxford para proporcionar la vacuna y en media hora me llamaron y me aceptaron como candidato para ser voluntario", narró.

En ese sentido, comentó que los hechos se sucedieron con rapidez: "Al otro día ya estaba en el laboratorio y estuve un par de semana yendo para hacerme estudios clínicos".

Según explicó el argentino, la Universidad de Oxford buscaba candidatos voluntarios de entre 18 y 65 años, que no hubieran padecido hepatitis B, HIV, diabetes, hipertensión y tampoco el virus antes: "O sea, gente sana", sintetizó.

"Afortunadamente, hasta ahora no tengo nada raro, no tuve fiebre, ni otros síntomas", aseveró y agregó que los médicos le explicaron que "la vacuna de Oxford no presenta problemas secundarios al ser administrada, que quizás en algún alérgico podría haber un problema serio, pero como se hacen los estudios previos los voluntarios no presentan esa condición". 

Pablo está esperanzado con esta vacuna: "ya está demostrado que funciona. Es cuestión de tiempo", dijo.