Brian Ríos, el siniestro personaje que terminó con la vida de Aguilar

Brian Ríos, el siniestro personaje que terminó con la vida de Aguilar

Brian Ríos planificó desde la cárcel diferentes personajes y roles para terminar engañando a Héctor Dionisio Aguilar, quien encontró la muerte en San Rafael, en un viaje al sur mendocino con la ilusión de conocer a una supuesta hija de 10 años y ayudarla a salir de una grave situación económica.

Aguilar, de 64 años, fue embaucado por un perverso asesino, que desde perfiles falsos fue alimentando su cínico personaje.

Desde el penal de San Rafael, Ríos (cumplía una condena por violencia de género) desplegó su modus operandi. Primero, logró engañar al hombre de San Basilio haciéndose pasar por “Caro Arenas” -el mismo apellido que su expareja, con quien supuestamente había tenido un encuentro amoroso una década atrás- y manifestándole que de esa relación había nacido una niña y que necesitaba dinero para alimentarla, pagar sus estudios y cancelar deudas en la despensa del barrio y de los servicios públicos.

“Comenzó a narrarle a Aguilar penurias idénticas a las que vive su ex: economía endeble, problemas de pago en el almacén, situaciones de sufrimiento de la criatura. En ese falso perfil de la inventada Caro, el asesino puso una foto que seleccionó de otra mujer de su círculo cercano: la sobrina de su actual pareja”, describe el portal “Sitio Andino” de San Rafael.

Siempre desde el perfil falso de Facebook, Ríos logró convencer a Aguilar de que viajara a San Rafael para conocer a su hija y que llevara dinero para salir de la miseria.

Ríos, de 31 años, recuperó la libertad la semana previa al viaje de Aguilar a San Rafael, que se concretó el domingo 2 de julio. Le dijo que lo iba a esperar un supuesto amigo de Caro, a quien le puso de nombre Pedro (era él mismo) y que se iban a encontrar en la estación de servicio de Salto de las Rosas, a 18 kilómetros de San Rafael.

De las conversaciones por el Messenger de Facebook, a las que tuvo acceso la Justicia de Mendoza, Ríos le pasó hasta el número de celular de un chip que había comprado cuando recuperó la libertad.

El encuentro pactado se cumplió a la perfección, a media mañana del 2 de julio. Aguilar se encontró con Ríos -el falso Pedro-, quien lo despojó de unos 250 mil pesos que llevaba y de su teléfono celular, entre otros elementos.

Se cree que en el interior del auto hubo una violenta pelea en la que Aguilar recibió tres puñaladas, le ató las manos con un alambre y lo trasladó hasta la entrada de la Sierra Pintada, donde lo remató a piedrazos y lo enterró en el lugar, con total perversidad y cinismo.

La capacidad de atrocidad de Ríos no terminó ahí: luego comenzó a utilizar el teléfono de Aguilar para intentar desprenderse del Volkswagen Gol Trend de color blanco.

Cuando sus conocidos comenzaron a verlo con el automóvil del hombre al que había engañado y ultimado, Ríos ocupó el rol de Aguilar, al señalar que se lo había dado su nuevo patrón porque ahora cosechaba sorgo. El vecino de Aguilar trabajaba en las máquinas cosechadoras.

En un primer momento se especuló que Ríos actuó en connivencia con Silvia Luffi (su actual pareja), pero todo hace indicar que no fue así; aunque la mujer mantiene la grave imputación, desde el lunes pasado se encuentra con prisión domiciliaria.

Ríos; Alan Eloy Martínez Guevara, de 28; y Hernán Oviedo Castro, de 31 años, fueron imputados de “estafa en concurso real con robo agravado por uso de arma y homicidio agravado para procurar impunidad, por alevosía y por ser cometido por el concurso de personas en concurso ideal”. La suma de estos delitos tiene como pena la prisión perpetua.

Sus amigos le prestaron sus cuentas para recibir el dinero que Aguilar envió durante las semanas previas a la madre de su supuesta hija.

Daniel Campos Carmona, de 32 años, quien tenía el automóvil para ser desguazado, recuperó también la libertad. Ríos lo había engañado respecto de que al coche se lo había dado un expatrón de cosecha y que no tenía papeles.

La familia de Aguilar, como querellante, pedirá distintas medidas al fiscal de la causa.

Para el Ministerio Público Fiscal de San Rafael, Ríos planificó con un perversidad el crimen de Aguilar desde un primer momento, con los perfiles falsos en Facebook, al momento de citarlo en la estación de servicio en Salto de las Rosas, donde al lugar llevó un cuchillo tipo carnicero, una tenaza y alambre para reducirlo y matarlo, además de planificar el lugar donde lo iba a ocultar, en una cantera abandonada, en una zona desértica.

La investigación llevará a determinar la responsabilidad del círculo cercano del imputado.